miércoles, 19 de agosto de 2009

Woodstock: 40 años no es nada

Participar en la guerra de Vietnam debe haber sido uno de los peores "errores políticos" cometidos por los Estados Unidos. Se involucró innecesariamente en un conflicto en el que no tenía nada que hacer y, es más, terminó pagando muy caro aquella terrible "equivocación". Pero en realidad los que sufrieron las funestas consecuencias fueron los miles de jóvenes enviados a morir a ese recóndito territorio asiático. A las autoridades que estaban al mando del país poco o nada les podía importar eso, ya que si Estados Unidos decidió participar en esa guerra no era por un afán de salvaguardar el orden internacional, la verdadera razón era meramente ecónomica, existían demasiados intereses creados, recordemos que en toda guerra algunos (muy pocos pero muy poderosos) se benefician ecónomicamente si su país (sobre todo si es una potencia) participa en una guerra. Pero ese es otro tema.
Durante los 60's el mundo vivía una revolución social, los jóvenes que estaban en contra de que su país participara en la guerra manifestaban abiertamente, muchos se negaron a servir en el ejército no por miedo a morir por su patria sino a manera de protesta por lo que consideraban una matanza de sus propios compatriotas al enviarlos a una guerra en plena selva asiática donde las posibilidades de subsistir eran escasas, eso sumado a que muchos de los soldados americanos eran muy jóvenes sin experiencia en el ámbito militar, ir a la guerra era ir a morir. Es por eso que la juventud americana se rebeló, cansada de guerras, conflictos, muertes y la indiferencia de los que estaban al mando ya que estos no eran los que tenían que proteger su vida tras una trinchera sólo daban órdenes y enviaban gente a "morir por la patria".
Era 1969, una década plagada de cambios estaba por concluir, una década no sólo de "amor y paz" como precepto principal sino también de liberación, de cambio de mentalidad, de apertura, fue para muchos la década más revolucionaria del siglo XX.
En esas circunstancias se produjeron diversas manifestaciones en contra de la guerra y a favor de la paz mundial, pero hubo una que realmente marcó a esa generación y fue una manifestación musical y cultural y que podría decirse marcó el fin de una era. Se pensó originalmente en organizar un festival musical que tuviera como base un mensaje de amor y paz. Dicho evento estaba pensado para la asistencia de no más de 50 mil personas en Woodstock, New York, pero los organizadores no consiguieron los permisos para realizarlo en aquel lugar además de la negativa de la comunidad de que se realizara allí el concierto, así que lo trasladaron a la Granja Yasgur ubicada en Bethel, lugar que no era tan cercano a Woodstock.
Si uno analiza el festival en el aspecto de organización fue realmente un caos, no contaban con la debida seguridad para los asistentes, pusieron a la venta las entradas, que según se dicen superaban las 100 mil (originalmente esperaban vender sólo 50 mil), pero el problema se presentó cuando en algunas radios locales se propagó la noticia de un concierto gratuito en el que se presentarían grandes estrellas de rock. Y sucedió lo lógico, miles y miles de personas llegaron, se calcula que al festival al principio asistieron un millón de personas de las cuales 500 mil se quedaron los 3 días que duraba éste (del 15 al 18 de agosto) y de ellas sólo 125 mil habían adquirido entradas.
El festival fue organizado por 4 jóvenes, hijos de padres acomodados que no sabían que hacer con su dinero pero que tenían la intención de realizar un evento en favor de la paz, y así contando con el apoyo de un ejecutivo de una casa disquera decidieron organizar un festival contracultural donde los asistentes no sólo disfrutarían de música sino también de diversas expresiones artísticas. El terreno donde se realizó el concierto era muy amplio, cerca de la carretera, con acceso a luz y agua.
En ese ámbito la juventud se expresaba libremente en todos lo aspectos, sin restricción, ni límites, drogas, alcohol, sexo (o como lo llamaban "amor libre"), no había nadie que los restringiera. Quizás para los detractores del evento esto último es lo que desvirtuaba el festival, los que denostaron a Woodstock se referían a éste como una interminable fiesta de la depravación, pero no analizaron más allá, no se daban cuenta que además de todo eso la juventud expresaba su hartazgo a la violencia y a la guerra y por si fuera poco fue uno de los más extraordinarios (por no decir el mejor) concierto de rock de todos los tiempos. Las figuras que allí se presentaron son parte de la historia grande el Rock y la lista fue amplia y de calidad, entre los más destacados tenemos a: C. C. Revival, Crosby, Stills, Nash & Young, Joe Cocker, Grateful Dead, Jimi Hendrix, Janis Joplin, The Jefferson Airplane, John Sebastian, Santana y The Who.
El momento más espectacular de aquellos 3 días fue la entonación del himno nacional de los Estados Unidos interpretado con maestría por Hendrix y su guitarra eléctrica, así también son muy recordas las presentaciones de The Who, y en particular la interpretación de un joven Carlos Santana que impulsó su carrera a límites inimaginables gracias a su participación en el festival.
Lo mejor del concierto quedó registrado en el documental dirigido por Michael Wadleigh y que contó con la colaboración de Martin Scorsese estrenado en 1970 y que ganó un Oscar en su categoría.
Se hicieron otros "Woodstock" a través del tiempo para celebrar y conmemorar el original, los que más destacaron fueron los de 1994 y 1999, pero a pesar de la calidad de los artistas que allí se presentaron la esencia del festival se había perdido, estos festivales posteriores se realizaron con un mero fin comercial. Recordemos que Woodstock nace como una protesta, como la respuesta a la guerra, a la violencia, al mal gobierno, fue el modo en que la juventud se hizo escuchar, dijo lo que pensaba y sentía.
En la actualidad las circunstancias no han cambiado mucho, casi nada, quizás necesitaríamos otro Woodstock, aunque parece una utopía ya que por más que se tenga la intención de realizar un megaconcierto que sea también la exposición de una postura social y cultural, es imposible que dicho evento no tenga detrás algun interés comercial.
Como dato curioso cabe resaltar que el festival no se llevó a cabo en Woodstock sino en Bethel pero se decidió mantener el nombre ya que Woodstock fue cuna de grandes de Rock como Hendrix y Janis Joplin.
Woodstock es irrepetible, por más intentos que se hagan, un conjunto de elementos lo hacen único, los motivos por los que se realizó, la coyuntura, la calidad de artistas pero sobre todo por ese espíritu de libertad que se percibía en el ambiente, es el símbolo hippie por excelencia, y quizás por eso muchos no lo valoran como se lo merece, solo lo ven como una mar de personas teniendo sexo y consumiendo drogas (que en parte lo fue, no se puede negar) cuando en realidad estabamos frente a la mayor manifestación de una generación que proponía un cambio social, y cultural, e inclusive diría yo emocional, es decir dejar de ver al resto como tu enemigo y más bien quererlo porque los seres humanos en esencia somos iguales. Ya no se ven mensajes como ése, aunque el "espíritu Woodstock" no ha muerto, sigue flotando por ahí y se manifiesta en algunos artistas, muy contados, pero que aún piensan que esos ideales no han muerto ni deben morir. Es más, las circunstancias actuales son tan parecidas y diría yo mucho peores a las de los 60's, pero como dije Woodstock es imposible de repetir, porque nació de manera espóntanea, poco organizada, y por lo general las mejores cosas de la vida son las que no se planean.
Si Carlos Gardel nos decía que 20 años no es nada pues yo diría que 40 años no es nada, porque Woodstock aún vive y se recuerda como el acontecimiento más grande de una generación que quería cambiar el mundo, un mundo que 40 años después sigue teniendo los mismos problemas, conflictos y necesidades.

Comparto 2 de los más grandes momentos del festival, el primero la ya mencionada "entonación" del Himno Nacional de Estados Unidos por parte de Jimi Hendrix y en segundo lugar "Soul Sacrifice" que interpretó magistralmente Santana.




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