miércoles, 29 de febrero de 2012

Van Halen, A Different Kind of Truth, 2012: Perfecto estado de conservación

Hablar de Van Halen es referirse a un pedazo grande de la historia del rock de casi los últimos cuarenta años. La personalidad difícil de los hermanos (Eddie y Alex) Van Halen produjo salidas y rupturas dentro de la banda ya conocidas por muchos, así la agrupación tuvo durante todo este tiempo hasta tres vocalistas distintos, David Lee Roth, Sammy Hagar y Gary Cherone. La actual etapa, que vendría a ser la cuarta es más bien la resurrección de la primera, el regreso de David a la banda ha sido una de las noticias más saltantes que nos dejó el año pasado. Aunque no todo puede ser perfecto ya que no nos encontramos con la formación más famosa que tuviera el grupo puesto que Michael Anthony, el bajista que permaneció en VH en su momento de apogeo, ya no es más parte del proyecto, ha sido reemplazado por Wolfgang Van Halen, hijo de Eddie, por lo que ahora más que nunca la banda merece llamarse como se llama. En cuando a Michael, él se unió a otro ex VH, Sammy Hagar y junto a Joe Satriani y Chad Smith (de Red Hot Chili Peppers) conforman la llamada "megabanda" Chickenfoot, que ya ha editado dos discos.
Volviendo a VH, este año prácticamente lo iniciaron con el lanzamiento de un nuevo trabajo, luego de catorce años de silencio. Se trata de A Different Kind of Truth, el álbum número doce en su carrera.
Al escucharlo no cabe duda que la banda está intacta, más allá que se pueda cuestionar o no su estilo o cierta tendencia a repetirse por momentos, Van Halen da una lección sonora, como si no hubieran pasado los años y fueron los mismos hombres que movilizaron masas sobre todo en los 80's.

El inicio del disco es el indicado, eligieron muy bien ya que Tattoo, que además fue el single promocional, sin ser un tema de aquéllos, es la muestra palpable que la banda está entera y en forma, un arranque que atrapa a quien lo escucha.
El disco tiene varios momentos de adrenalina pura, rapidez, cierto coqueteo con el punk, sonidos que evocan a los 80's de manera muy clara, como si estuviéramos recordando los momentos de mayor auge y gloria de VH, así tenemos a She's The Woman, China Town, Bullethead, Outta Space y Big River. Todas ellas canciones donde la frenética guitarra de Eddie Van Halen se luce permanentemente.
Las revoluciones por momentos descienden, como con You and Your Blues, donde la contundencia vocal de David Lee Roth se apodera del track haciendo combinación perfecta con la destreza instrumental del resto de la banda.
Uno de los mejores momentos de esta placa es Blood and Fire, tema relajado, no tan estruendoso pero no carente de cierta potencia, recomendable.
As Is, es una canción rítmica, golpeadora, oscura que por instantes roza el heavy pero que luego se va "soltando", se agiliza, para mantener la línea predominante del disco.
Con Honeybabysweetiedoll la banda se vuelve redundante, un poco repetitiva, es más que nada un track que complementa el disco, y si algo logra demostrar es la versatilidad vocal de David, que cambia de tono con gran facilidad, como siempre lo ha hecho. Otro tema que también sirve para "llenar espacio" es The Trouble with Never, aunque aquí más que lucirse David, el que muestra todo su arsenal es Eddie.
Stay Frosty es el momento de blues de esta placa, así se inicia para luego convertirse en una canción pesada pero que no pierde la armonía del principio.
El final del álbum, Beats Workin', nos ofrece rock sensual y cadencioso, un cierre correcto y en cierto modo distinto a lo ofrecido al lo largo del disco.

Van Halen ha vuelto, el sonido es prácticamente el mismo, la propuesta igual, al escucharlo es inevitable no agitarse un poco, divertirse, pasarla bien. David Lee Roth demuestra que está muy lejos de estar acabado y la maestría de Eddie Van Halen nunca estará en duda, Alex Van Halen siempre en lo suyo, correcto, rítmico, potente y melódico cuando tiene que serlo. Y el heredero Wolfgang no desentona, su bajo acompaña, complementa, funciona perfectamente.
No esperemos de Van Halen muchas sorpresas, novedades, cambios de ruta, o que se reinventen, porque eso no va a pasar, y los que conocen a la banda lo saben perfectamente. Pero quizás sí, sí hay una sorpresa, y es que a pesar de todo lo que se podía suponer, la banda está intacta, y el aporte de juventud del pequeño VH hace que esto se refuerce. Ahora será cuestión de escucharlos en vivo si es posible y corroborar si lo que escuchamos en el disco es lo que realmente son, por lo pronto Van Halen ha demostrado que está en un perfecto estado de conservación.

Tattoo