viernes, 20 de julio de 2012

Neil Young, Americana, 2012: Música, Historia y Tradición.

El simple hecho de mencionar a Neil Young es referirse y remontarse a una gran porción de la historia de la música norteamericana, evocarlo, pensar en él, es imaginarse a un hombre ya con muchos kilómetros recorridos y siempre acompañado por su fiel guitarra. Ha pasado por muchos momentos, vaivenes, altas y bajas, reconocimiento y también críticas severas, pero jamás perdió su esencia y siempre hizo lo que quiso hacer musicalmente. El canadiense más notable ha logrado forjarse un nombre propio a través de los años, un símbolo del americanismo más puro, y justamente eso es lo que nos ofrece en su más reciente producción Americana. Más allá del hecho ya importante por sí solo de editar un nuevo trabajo discográfico, Neil ha vuelto a reunirse con sus legendarios compañeros de ruta, la banda Crazy Horse, con la que no trabajaba hacía más de ocho años.
Americana es un disco que nos da un paseo por la música tradicional de Norteamérica (y de otros lares), canciones tan antiguas y trascendentales que pertenecen a la historia más allá de la música. Este viaje se inicia con Oh Susannah, más clásico y americano imposible como puntapié inicial de la obra, un primer bocado que nos dejar con ganas de saborear más.
Clementine, otro tema tradicional, nos ofrece un sonido rítmico, al estilo indio navajo, envolvente, con una percusión sencilla que paradójicamente es la que guía a la canción.
Seguidamente Tom Dula (en realidad llamada Tom Dooley) mantiene la temática sonora del disco, los coros que acompañan a Neil que se repiten pero que no cansan y que son una de las características más resaltantes a lo largo del trabajo. Una versión simple que hace que los más de ocho minutos que dura no sean tediosos como uno podría imaginar.
Y llegamos a la primera canción "no americana", más bien británica, pero que por tratarse de un tema símbolo de una de las bandas inglesas más americanas que puede existir, pues funciona perfectamente. El tributo que Neil le hace a Led Zeppelin con Gallows Pole es tan desopilante como excelente, el tema es reinventado a más no poder, transformando el folk de Page y Plant en una canción de antiguo cabaret.
Get a Job una canción cuyo original es más cercana al rhythm & blues, es transformada en lo más cercano al rockabilly que se le ha escuchado a Neil en muchísimos años, sin dejar de llevar al tema por los caminos ya transitados en lo que va del disco, muchos coros y ritmo, un track que suena fresco y jovial.
No se alejan del estilo festivo con Travel On, otra canción extensa, pero que, como en uno de los singles anteriores,  no satura  gracias a la frescura que posee, es instrumentalmente hablando uno de los puntos más altos del álbum.
High Flyin' Bird nos devuelve al NY más energético, con una guitarra eléctrica que se apodera del track, con más elementos de blues y no tan alegre, pero tan contundente como siempre.
La tradición continúa, percusión al máximo como inicio, nuevamente aparecen las raíces de indio navajo que posee en su sangre el buen Neil, el ritual sonoro nos envuelve, todo esto hace de Jesus' Chariot (She'll Be Coming Round the Mountain) otro de esos momentos sublimes y destacados de la propuesta.
This Land Is Your Land es uno de los símbolos musicales por excelencia de la "historia americana", un folk de aquéllos que NY energiza con mucha simplicidad, respetando la esencia original de este sencillo que data de la década del '40. Vuelve la alegría y la sensación de "orgullo americano".
La banda desacelera, se vuelve casi reflexiva con su hermosa versión de The Wayfaring Stranger, un folk que apacigua, que nos da un descanso, donde la energía duerme sólo para revitalizarse para el cierre.
El capítulo final de este intento de libro de historia musical tradicional está compuesto por un track que contradictoriamente no pertenece a la cultura americana, God Save the Queen es otra presencia británica, que a ritmo marcial nos llena de folk y del más puro rock clásico, otra genialidad de este disco.

Es así que Neil Young y sus queridos Crazy Horse han vuelto, no con canciones propias pero sin con este experimento acertado, brillante, que recorre tradiciones y sonidos emblemáticos. Cabe destacar que además del disco, Neil Young ha lanzado también una colección de videos para cada tema con imágenes evocativas y obviamente históricas, formando todas en conjunto un pequeño y genuino documental. Al parecer este trabajo es el preámbulo para lo nuevo (y propio) que ha de editar la banda muy pronto. Por ahora nos han dejado este regalo, que no es poco, porque no es nada fácil lograr que la música, la historia y la tradición se conjuguen sin caer en la pomposidad, Young y los suyos lo han logrado con creces.

God Save The Queen!... y a Neil también...

Oh Susannah




Jesus' Chariot (She'll Be Coming Round the Mountain)




God Save the Queen