viernes, 22 de octubre de 2010

Pearl Jam 1990-2010: Las dos décadas más felices de mi vida

Hoy no es un día cualquiera, los jammers estamos de fiesta, emocionados por una fecha que para muchos otros pasará inadvertida. Un 22 de octubre de 1990 un escenario, en este caso el Off Ramp Café de Seattle, recibía a una nueva banda formada de las cenizas de otras ya conocidas en la escena local, como Mother Love Bone y Green River. Ese día se presentó, como telenonera de Alice in Chains, la naciente banda llamada Mookie Blaylock, sí, porque así se llamaba, aún no había sido bautizada como Pearl Jam, esa historia ya la conté http://alfredosegura76.blogspot.com/2009/07/pearl-jam-la-historia-no-era-por-la.html, pero el mito sí comenzaba a escribirse.
Por primera vez la banda que más ha representado en la vida de millones de personas iniciaba, una carrera que nadie imaginaría que se convertiría en legendaria.
Se dice que aquella noche el vocalista de la nueva banda, un joven llamado Eddie Vedder al ver que los asistentes al recital no prestaban atención a su performance ya que sólo esperaban que terminaran su actuación para que Alice In Chains subiera al escenario, no se le ocurrió mejor idea que tomar el pedestal de micrófono y lanzarlo contra los enormes parlantes o altavoces que se encontraban en el recinto ocasionado un feroz estruendo, a partir de ese momento todos le prestaron atención y a su vez esa sería la primera muestra del explosivo carácter del tímido muchacho que sólo reclamaba un poco de respeto para él y su banda.
Este post no hará una referencia cronólogica o histórica de esta agrupación, más bien quiero enfocarlo desde un lado personal, de lo que significa para mí la presencia de PJ en mi vida, porque para mí, así como es fundamental el respirar o comer, para poder vivir, no imagino mi existir sin la presencia de PJ.
En Lima, PJ comenzó a sonar a fines de 1991, aunque la presencia de Nirvana produjo que todos los reflectores se dirigieran hacia ellos. El álbum Nevermind de la banda de Cobain era el centro de la atención musical, a mí me gustaba, pero ya me hartaba, aunque suene exagerado pero era así, escuchar a toda hora Smells Like Teen Spirit. En 1992 las dos únicas radios (una en especial) en Lima que transmitían rock alternativo le dieron mayor espacio al álbum Ten, el debut de PJ, que incluso fue editado antes que Nevermind. Yo en esa época estaba cursando el último año escolar, y los 16 años es una edad exacta y adecuada en la que uno va encontrando su camino en lo que respecta a cual música escuchar y cual no. Pearl Jam, así como otras bandas muy en boga en esos días, me hicieron más facil ese camino, tuve la suerte de pertenecer a una generación que disfrutaba de una música honesta, directa, que destruyó la creencia de que todo en la vida era perfecto o divertido (tendencia muy presente en los 80's), fue una época en al que el rock expresaba lo que los jóvenes pensaban, nos representaba plenamente y que al utilizar elementos del rock clásico de los 60's y 70's también ese mismo rock tenía un carácter didáctico porque nos permitió conocer el origen de todo lo bueno. El tema de la depresión y la soledad estaba muy presente en las letras de aquellas canciones inolvidables, porque esa era la realidad de muchos adolescentes y jóvenes adultos que comenzaban a ver que la vida no era tan fácil como se la hicieron creer. El abanderado de esta "corriente" fue sin duda Eddie Vedder, un hombre que entendía por lo que pasaban esas nuevas generaciones, porque él lo había vivido en carne propia.

Los melómanos siempre tendrán una banda favorita, una que lo represente, pues yo escogí a PJ, fue una identificación progresiva, ya que había muy buenas bandas y todas me gustaban. Pero hubo algo, un factor que hizo que PJ se convirtiera en mi personal banda de culto, ese factor era (y es) Eddie Vedder. Nunca antes me había sentido tan identificado con alguien de la escena musical hasta que llegó él. Y esa identificación no pasa por haber vivido las mismas experiencias del artista, mi infancia y adolescencia por suerte fueron felices, las de él no. Pero yo me sentí desde un primer momento reflejado cuando lo vi cantando o declarando ante algún medio. Vi a un hombre tímido, introvertido, introspectivo y reservado, que en muchas ocasiones no miraba el rostro de su interlocutor, precisamente por su tímidez. Yo he pasado y aún mantengo alguna de esas características emocionales. Cuando lo veía era como mirarme en un espejo, pero no sólo por como se veía en la TV sino por lo que decía. Pensamientos profundos siempre con un transfondo socio-político. Era un analista de coyuntura fascinante y todo eso estaba reflejado en su música.
Siempre se han generado debates entre los jammers de cuál es el "mejor Vedder", aquel joven de los 90's que era totalmente furioso y que escupía su rabia contra el mundo, o el de ahora que 20 años después, siendo un hombre maduro y habiendo encontrado el equilibrio emocional al que se le percibe tranquilo y mucho más abierto al dialogo mediático, actualmente está más predispuesto a la exposición que antes cuando sólo sentía ira y desprecio hacia un gran sector de los medios. La respuesta no es fácil pero no podría escoger porque simplemente he pasado por las dos etapas, y las comprendo, muchas de las situaciones que antes me hacían enojar hasta límites inimaginables hoy las soporto y convivo con ellas incluso con una sonrisa, que puede ser sarcástica pero que es una sonrisa al fin de cuentas. Por lo tanto los cambios de Vedder son parte también de los cambios propios de la vida en un ser humano y por ello mi identificación fue total, tanto con su rabioso pasado como con su reflexivo y sosegado presente.

El "poder" de Vedder también se trasladó a la banda, los álbums de PJ tienen el espíritu del cantante y de sus demas compañeros, los tres primeros discos (Ten, Vs y Vitalogy) tienen el alma rebelde grunge pero son distintos entre sí, luego vino el giro de tinte espiritual con No Code (un cambio que le hizo perder muchos fans a la banda, me consta, pero que repontenció el cariño de los que nos quedamos a su lado), luego apareció esa joya inigualable llamada Yield, posteriormente Binaural fue reflexión e introspección pura, Riot Act un disco de perfil bajo pero de canciones maravillosas, para seguir con el álbum al que bautizaron como la banda, Pearl Jam fue sin duda un regreso a sus raíces pero sin repetirse y siempre innovando, para cerrar, por ahora, con Backspacer, un álbum en que revisan sus raíces e influencias demostrando una madurez perfecta. Todos esos discos son el reflejo de lo que vivía la banda, ninguno es igual a otro, y esa es la característica primordial de esta banda, no se repitieron así mismos jamás.
Algo que también le agradeceré eternamente a la banda es el haberme acercado a otros artistas, más lejanos en el tiempo, que fueron sus influencias y maestros y que también se convirtieron en favoritos de mis colecciones musicales. Así por ejemplo pude conocer más a Neil Young, The Who, Ramones, The Doors, Jimi Hendrix, en fin, bandas e intérpretes que en algunos casos ya conocía pero que profundicé gracias a los covers que PJ ejecutaba. Es decir, mi banda también fue mi escuela para seguir aprendiendo sobre la historia del rock.
Pero si hay algo que hoy en día agradezco a la banda es que me permitió conocer gente maravillosa de muchas latitudes, con la que me une no sólo una simple conexión a internet sino el amor por este grupo que tiene fans únicos, con los que converso, debato, me río y disfruto, el fan de PJ no necesita disfrazarse, ni pintarse la cara, no necesita accesorios para reflejar su cariño por la banda sino simplemente el fan de PJ es como es, simple, sencillo, no aparenta, y es mejor que no seamos tantos ya que me gusta ese carácter selectivo que tiene mi banda, me preocuparía si su propuesta fuera masiva.

Observo hoy mis cassettes, mis discos compactos, y siento una nostalgia impresionante, recuerdo como juntaba sol a sol, moneda por moneda para comprarme los álbums, y ni que decir la odisea que era conseguir algún concierto de la banda (antes de que ellos mismos decidieran editar sus famosos bootlegs oficiales), esas grabaciones "piratas", copias de recitales inolvidables, lo mismo sucedía con las publicaciones en las revistas, no era nada fácil conseguirlas. Por lo tanto era muy difícil estar actualizado con lo último de nuestro grupo.
Recuerdo también el grabar cintas con lo mejor de cada álbum, lo cual era muy complicado, ya que todas las canciones me gustaban, y así llevarlas en mi walkman adonde fuera que estuviera.
Pero también agradezco la modernidad, gracias al internet, además de conocer a buenos amigos jammers, he podido conseguir (y en tiempo record) más música e información que sería casi imposible obtenerla de otra manera.
Fueron, y son, lindas etapas de mi vida junto a mi querida banda, recuerdo llorar escuchando Black, llenarme de energía con Alive, Even Flow o Jeremy, romperme el cerebro con Do The Evolution, o Animal, sentir furia plena con Not For You, ponerme nostálgico con Thumbing My Way, Wishlist, Just Breathe, o Come Back reflexionar con Nothing as It Seems o Present Tense, divertirme escuchando The Fixer o simplemente sentir con Yellow Ledbetter. Y así podría seguir, porque Pearl Jam no escribe canciones, compone HIMNOS, que son inolvidables y que formarán parte de mi vida (y la de muchos más) para siempre.
Por último y más importante, sólo me queda agradecer aunque no sepan que existo, al virtuosismo de ese híbrido entre Hendrix y Van Halen que es Mike McCready (ni su enfermedad crónica lo hizo desmayar y dejar este hermoso proyecto), a la genialidad y capacidad en la composición de Stone Gossard, (el gran responsable que PJ nunca se haya separado), la sana locura atrevida de Jeff Ament, la sobriedad rítmica de Matt Cameron, y claro ese nuevo ingrediente que le ha añadido a los últimos discos Boom Gaspar (Booooooom y su teclado) así como también agradezco a los que estuvieron en este largo trayecto como Dave Krusen (fundador), Dave Abbruzzese (todo un rock star) y Jack Irons cuyo aporte tuvo mucho que ver con el giro musical de banda y además de tratarse de un fundador involuntario de PJ al "presentar" a Vedder con el resto de sus futuros compañeros, Matt Chamberlain (quedará inmortalizado para siempre en el video de Alive) y por supuesto gracias especialmente a Eddie Vedder, el corazón de todo esto. Gracias por haberme acompañado, levantado el ánimo, ayudado a curar heridas, a pensar, autoexaminarme, divertirme, sacudirme y alegrarme. Les debo tanto y se los seguiré debiendo ya que estoy seguro que brindarán mucho más de lo que ya nos han regalado.
Gracias Pearl Jam por existir y por hacer que mi vida sea mucho, pero mucho mejor. Gracias por estas dos décadas en que le diste al mundo música, pasión, entrega, talento, inteligencia y reflexión.
¡Gracias por tanto, perdón por tan poco!

Para cerrar comparto los videos de aquel legendario recital del 22 de octubre de 1990, el día en que se comenzaron a escribir la primeras líneas de una leyenda que no tiene fin.

Release



Alone



Alive



Once



Even Flow



Black



Breathe



Just a Girl




jueves, 14 de octubre de 2010

Eric Clapton, Clapton (2010): Lección de Blues, Lección de vida.

Eric Clapton es uno de esos pocos músicos que pueden jactarse de haber construído una sólida carrera tanto como solista como siendo parte de algunas de las más importantes bandas de la historia del rock, como Cream o Yardbirds.
En realidad yo no soy fan acérrimo de Clapton, su "etapa Cream" me parece excepcional e irrepetible, aún así he disfrutado con los grandes momentos que ha regalado como solista.
Su décima novena placa llamada simplemente Clapton no podía ser la excepción, un álbum que rinde tributo al blues (y en menor medida al jazz), un género que ha marcado la carrera solista de Eric. En este trabajo el músico interpreta clásicas blueseras y una canción de su propia autoría con la colaboración de renombrados invitados del género, así tenemos as armónicas de Kim Wilson, Little Walter y Snooky Pryor, así como también participa Trombone Shorty que le aporta junto a otros músicos la cuota de jazz. Quizás el nombre más conocido para las generaciones más jóvenes sea el de Sheryl Crow que apoya a Clapton en los coros de uno de los temas.

El álbum no podía empezar mejor, Travelin' Alone (de Lil' Son Jackson) es el inicio perfecto, sencillo que muestra a un EC entonado pero lleno de energía.
El blues es por naturaleza nostálgico y así nos lo muestra Clapton con su interpretación de la clásica de Hoagy Carmichael, Rocking Chair, un tema de los años treinta, melancolía pura interpretada con excelencia por Eric. En la misma línea de este track se encuentran How Deep Is The Ocean (Irving Berlin) y Diamonds Made From Rain, un single nuevo pero que no es de la autoría de EC sino de los productores del álbum Doyle Bramhall II y Justin Stanley y coescrito por Nikka Costa, en este track Sheryl Crow colabora con los coros y es sin duda uno de los momentos más sublimes del trabajo, lleno energía y sensualidad musical.
River Runs Deep original de JJ Cale (autor de Cocaine) es uno de los tracks memorables del disco, el propio Cale es otro de los colaboradores ilustres de disco lo cual es un placer para Clapton, trabajar al lado de unos de sus mentores y héroes musicales. En esa misma tónica tenemos a Can't Hold Out Much Longer (de Walter Jacobs) donde la guitarra de Clapton delira y se vuelve casi frenética.
En este disco Clapton nos ofrece un viaje al pasado como sucede al escuchar de Judgement Day de Snooky Pryor, otro genial colaborador de Eric en el disco, que nos envuelve con ese sonido tan evocativo que nos traslada a las clásicias escenas de baile de films de los 40's y 50's, mucha cadencia, donde la armónica de Snooky se lleva el protagonismo total. Una canción similar pero distinta a la vez es My Very Good Friend the Milkman (John Burke, Harold Spina), un bello tributo al jazz en donde el centro de toda la atención se la lleva la trompeta. Instrumentalmente perfecta
Y ya que me refiero de los estrictamente musical, el momento de mayor lucimiento instrumental se lo lleva That's No Way to Get Along (Robert Wilkins) en donde se le nota a Clapton como pez en el agua, ya que complementa el equilibrado sonido de los instrumentos con su sobrio desempeño vocal.
Uno de los sencillo menos llamativos pero no por ello carente de calidad es Everything Will Be Alright, otro tema escrito por Cale, donde se mantiene la línea seguida en toda la placa con el piano y el bajo como los conductores del ritmo de la canción.
Otro momento de evocación lo tenemos con When Somebody Thinks You're Wonderful (Harry M. Woods), un single donde nuevamente el piano se lleva todas las luces, un track que nos muestra las raíces comunes del jazz y el blues revitalizadas por un Clapton a plenitud.
También hay espacio para lo acústivo y simple, Hard Times (Lane Hardin) va en esa línea, una canción tan sencilla como efectiva.
Sólo una canción aparece con el nombre del propio Clapton en los créditos, Run Back to Your Side, tema coescrito con Bramhall y que sintetiza todo lo escuchado en el álbum, el blues en su máxima expresión, un track que se escucha tan clásico como actual.
Para cerrar el trabajo, Clapton ofrece su personal versión de la balada Autumn Leaves, (Joseph Kosma, Jonny Mercer y Jacques Prévert) con una desgarradora sobriedad (algo recurrente en esta placa) que cautiva. Eric suma su nombre al de otras leyendas que han interpretado este tema como Edith Piaf o Nat King Cole.

Clapton es un disco ideal para los amantes más exigentes del blues y del jazz, pero también puede ser apreciado por quienes no conocen o no suelen escuchar estos géneros tan clásicos. Un álbum que regala nostalgia, ritmo, y mucha calidad. Para muchos no estará al nivel de las grandes obras de Eric, eso dependerá de que versión de Clapton sea la que más le guste a uno, pero es un placer escucharlo y además tiene ese carácter didáctico de los discos que al presentarnos viejos buenos temas promueven nuestra curiosidad y nos permiten descubrir muchas cosas nuevas, aunque paradójicamente estas sean ya casi reliquias de la música.

Traveling Alone




River Runs Deep




Jugdement Day




Diamonds Made From Rain




Autumn Leaves


martes, 12 de octubre de 2010

Bad Religion, The Dissent Of Man, 2010: ¿Quién dijo que el punk ha muerto?

El cambio musical y estético de Green Day ha sido considerado como el hecho que marca la partida de defunción del punk como género musical. Estoy totalmente en desacuerdo, primero porque hace mucho Green Day se alejó de dicho género y ha consolidado su carrera en base a un giro musical que puede o no gustar pero que les ha dado grandes resultados, pero para eso tuvieron que sacrificar algo, dejar de hacer punk. Segundo, la existencia de algunas bandas dejan sentada la posición de que el punk no ha muerto y está lejos de estarlo, se me viene a la mente Social Distortion o Rancid, pero si hay una banda que demuestra este punto perfectamente es sin duda alguna Bad Religion.
La banda de Greg Graffin acaba de cumplir sus treinta años de existencia, para lo cual editaron un álbum en vivo conmemorando tal evento y como frutilla del postre de celebración han lanzado su nueva placa de The Dissent Of Man, su décimo quinto álbum de estudio.

El disco no es sólo una muestra de contundencia sino de vigencia musical, un álbum que inicia frenéticamente, de forma rápida y sin respiro ni pausa con el track inicial The Day That the Earth Stalled. En la misma tónica tenemos al siguiente sencillo Only Rain, aunque con un Graffin menos agresivo al cantar. Esta tendencia se repite más adelante con Pride And The Pailor y Wrong Way Kids, el primero es un single relajado y hasta divertido mientras que el otro tiene todo el frenesí y desborde de los primeros tracks.
En el tercer single Greg nos grita y sacude, nos escupe su bronca en la cara con The Resistance Stance que ofrece un sonido más duro y potente.
Won't Somebody es el primer gran momento del álbum ya que la da una vuelta de tuerca al sonido y a la propuesta inicial de la placa, se trata de un sencillo menos acelerado y que nos recuerda al propio pasado de la banda, revive sonidos ya escuchados en discos anteriores, lo cual no quiere decir que estemos frente a algo repetido o recurrente, para nada, más bien estamos ante uno de los grandes momentos del álbum. Cabe señalar que este tema ya era conocido puesto que aparece en su versión acústica en la edición deluxe del álbum anterior de la banda New Maps Of Hell. Otros tracks donde BR utiliza sus propios elementos pasados son Avalon y Ad Hominem, singles donde a pesar que la banda puede sonar parecida a sí misma se le escucha fresca y totalmente potente, además de ser temas que encajan perfectamente en el espíritu rebelde del álbum.
Otro momento cumbre de la placa es The Devil in Stitches, fue el track de promoción del álbum, se trata de uno de los temas mejor construídos no sólo de este trabajo sino también de toda la trayectoria de la agrupación californiana.
Meeting of the Minds es otro sencillo que nos devuelve toda la agresividad del álbum donde la batería es la que toma la batuta y guía la canción.
Someone To Believe, es también un sencillo "distinto" con relación al resto, con un punk más clásico y elemental.
También hay espacio para cierto coqueto con el rock alternativo pero sin perder su esencia punk, es así nos topamos con Cyanide, otro excelente sencillo de este trabajo.
Turn Your Back On Me propone un punk reflexivo (si es que esto es posible), con menos revoluciones pero con un Graffin que no pierde su contundencia al relatar la historia.
Con Where The Fun Is presenciamos una típica canción de punk rock, que me recuerda claramente a Social Distortion.
El álbum cierra de manera brillante, I Won't Say Anything es un track cuyo ritmo lo marca una inusual guitarra acústica que con sencillez le da un toque distinto al álbum.
En la edición "deluxe" se incluye otro muy buen tema, Finite y también 4 interpretaciones en vivo de canciones incluídas en trabajos anteriores donde destaca la versión de Generator.

Son 30 años que tiene esta banda gritándole al mundo su inconformismo al sistema, a la injusticia y a todo lo que atente contra el desarrollo del hombre. Cabe destacar que Greg Graffin es antropólogo y geólogo, un tipo demasiado inteligente y que sabe a través de su música como transmitir sus pensamientos, sus denuncias y por qué no, sus frustaciones, las frustaciones de un hombre que ve como el mundo que lo rodea involuciona día con día.
Toda esa furia mezclada con la claridad de mente de Graffin y su banda han permitido que ese sonido tan clásico no desaparezca, después de escuchar este álbum ¿realmente creen que el punk ha muerto? Pues para mí, no.
Les dejo los tracks más destacados para mí.

Won't Somebody



The Devil In Stitches



Cyanide



I Won't Say Anything


viernes, 8 de octubre de 2010

Neil Young, Le Noise (2010): Básico y Letal

Hablar de Neil Young, es hablar de la esencia del rock, es referirnos al mejor artista que ha nacido en Canadá, aunque muchos lo consideren un estadounidense más. Entre las muchas cosas que le debo agradecer a mi banda favorita Pearl Jam, además de su propia música, es el haberme acercado a otros artistas, más lejanos en el tiempo y que fueron sus influencias musicales. Es el caso de Neil Young uno de los ejemplos más palpables en ese sentido; yo ya había escuchado algo del buen tío Neil (como lo llamamos todos los que lo queremos), pero no fue hasta 1993 en que le presté realmente la atención que se merecía. Fue en ese año que durante la ceremonia de de entrega de premios de MTV, Pearl Jam, la gran ganadora de aquella noche, ejecutó un par de performances, en una de ellas, la que cerró el show, la banda de Eddie Vedder invitó a Neil Young para interpretar su ya legendario tema Rockin' in The Free World. Fue una presentación monumental, a puro rock y potencia, recuerdo guitarras y parlantes destrozados por Mike McCready y un Vedder totalmente ido, lleno de amargura, totalmente sacado. A partir de ese momento la conexión entre estos artistas se hizo más fuerte y esto llegó a su punto culminante con la publicación en 1995 del Mirrorball, el trabajo de NY donde colaboraron los integrantes de PJ, aunque la palabra "Pearl Jam" no apareció en los créditos del álbum, para evitar conflictos de derechos con sus disqueras (Young era Reprise, PJ pertenecía a Epic-Sony). Fue un disco fabuloso, que tendría su continuación en el Merkinball, pero en este EP los roles se invirtieron y fue Neil el que colaboró con el trabajo de la banda de Seattle.
A partir de ese momento el cariño hacia el llamado "Abuelo o Padre del Grunge" se acrecentó, no sólo en mí sino en muchos de mi generación que lo consideraron parte de aquella movida musical de los 90's. Pero Neil es más que eso, es una artista completo y a la vez muy simple y sencillo que en sus más de 40 años de trayectoria ha experimentado con todo tipo de sonidos, desde el clásico folk que es su emblema, pasando por el blues, country e incluso el rockabilly.
Ha publicado incontables producciones, ya sea como solista, con su banda Crazy Horse o con ese trío maravilloso (que se convertiría en cuarteto) Crosby, Still, Nash & Young.

Pues este año nos regala otra joya de colección, un álbum crudo, donde escuchamos a Neil, sólo acompañado de sus guitarras. Al escucharlo se puede sentir como si estuvierámos en una sesión en vivo o presenciando un recital privado, y es así ya que todas las sesiones de grabación fueron filmadas, es decir los 8 tracks a su vez tienen cada uno su video correspondiente (comparto cuatro de ellos en esta ocasión) y que conforman un documental dirigido por Adam CK Vollick, con el sonido original y sin mayor arreglo, es decir algo natural, sucio, distorsionado y desafiante.
Cabe destacar que el álbum fue producido por Daniel Lanois, conocido y respetado por sus anteriores trabajos con Bob Dylan y U2 por citra los más conocidos.

Inicia esta placa Walk With Me, con toda la energía, potencia de una guitarra que se distorsiona por momentos y cuyo eco nos envuelve. Un track que por momentos se vuelve fantasmal con un sonido hipnotizador. Se percibe el espíritu Dylan a lo largo del tema.
En esa misma línea tenemos a Sign Of Love, similar a la cancion inicial pero menos agresiva y más melódica. Un sencillo muy equilibrado.
Someone's Gonna Rescue You es un single donde Young suaviza y a la vez agudiza su voz, baja las revoluciones con respecto al primer par de temas, como si el álbum comenzara a pura furia para luego bajar la intensidad pero sin perder emoción.
Es así que llegamos a primer momento acústico de la placa, Love And War es pura nostalgia, el viejo Neil está presente y revisa sus raíces, el espíritu folk en su máxima expresión.
Con Angry World, nuevamente Young toma su guitarra eléctrica y regresa toda la agresividad y dureza instrumental inicial de la placa, un track denso, oscuro pero furioso.
Sin duda el momento cumbre del álbum es Hitchhiker, que representa el resumen del disco, todos los elementos de que consta el álbum se encuentran en este track, un single duro y armónico a la vez con un NY en su máximo esplendor lírico e instrumental. Otro detalle que hace que me encante este tema y le tome cariño especial es la referencia que hace en su letra a mi país, al Perú, aunque no hace más que repetir extractos de la letra ya grabada de Like An Inca de su álbum Trans de 1982. Otras oportunidades en las que Young escribió y cantó sobre el Perú fue en Ride My Llama e Inca Queen.
El segundo momento acústico es Peaceful Valley Boulevard, track íntimo que transmite paz y sosiego, y que a pesar de ser extenso (dura más de 7 minutos) no cae en la monotonía.
Por último Rumblin nos devuelve a la guitarra eléctrica, con la misma potencia que los tracks restantes pero menos agresiva, una canción que no llega a explosionar del todo, lo cual no quita que sea otro excelente single.

Neil ha vuelto, como casi todos los años, pero esta vez toda la atención se centra en él, utilizando elementos mínimos y básicos y precisamente por ello el álbum resulta poderoso y letal, es un trabajo visceral pero íntimo que nos muestra una contundente sobriedad.
Estamos frente a uno de los mejores discos de este año, y vaya casualidad, nuevamente es un representante de la vieja guardia (este año nos salvaron Johnny Cash, Tom Petty, en menor medida Santana) el que nos trae aire fresco ante la falta de propuestas de la música actual y sus jóvenes representantes.

Walk With Me




Love & War




Angry World




Hitchhiker





martes, 5 de octubre de 2010

Santana, Guitar Heaven: The Greatest Guitar Classics of All Time (2010): Reciclar el pasado para sobrevivir en el presente

Carlos Santana es sin lugar a dudas una leyenda viva del rock clásico, leyenda que comenzó a escribirse desde aquella presentación monumental en Woodstock (1969). Más destacado aún es su logro tratándose de un artista de origen latino.
En los últimos años, a partir de finales del siglo pasado, Santana necesitó un impulso para seguir vigente ya que corría el riesgo no de ser olvidado pero sí de perder cierta importancia en el mundo de la música en especial para las generaciones que no lo conocían tanto. Y es así que a partir de 1999 editó varios discos con creaciones propias y para darles más realce convocó a los más diversos intérpretes del momento, así se aseguraba el éxito. Todo comenzó con Supernatural (1999) donde grabó al lado de artistas como Dave Matthews, Everlast, Rob Thomas, Eric Clapton, etc. Fue un éxito rotundo en ventas y premios, lo que le dio a entender a Santana cual era la fórmula del triunfo y la hegemonía en el mercado.
Repitió el plato con Shaman (2002), haciendo lo mismo, esta vez colaboró con él nuevamente Rob Thomas y se agregaron a la lista intérpretes como Seal, Shad Krueger, Michelle Branch, Plácido Domingo entre otros de los más diversos géneros. Un álbum también exitoso.
Nuevamente en el 2005 la famosa fórmula se repitió con All That I Am donde los acompañaron personajes ilustres como Steven Tyler, Kirk Hammet de Metallica o Joss Stone. También obtuvo buenas posiciones pero ya no tan altas como en sus anteriores trabajos.

Es así que llegamos al 2010 y Santana repite la famosa fórmula pero le agrega un elemento. Esta vez no son sus composiciones sino que nos ofrece sus versiones de clásicos del rock de todos los tiempos, claro está, acompañado de muy buenos intérpretes, me atrevería a decir que mejor escogidos que en los dos trabajos anteriores. Inclinándose más a un sonido más rockero y clásico aunque sin dejar de lado coqueteos con otros géneros.
El álbum comienza con todo, un perfecto inicio con una clásica de Led Zeppelin, como para demostrar que la cosa viene en serio. Se trata de Whole Lotta Love interpretada por Chris Cornell, la voz de Soundgarden, y demostrando lo que muchos dicen de él, que es quizás el único que puede llegar a cantar como el mejor Robert Plant, tanto por su timbre de voz como por su potencia.
Continuando tenemos a Can't You Hear Me Knocking, que mantiene esta potencia inicial que encontramos en el disco, para ello Santana cuenta con la colaboración del vocalista de Stone Temple Pilots, Scott Weiland que le da un toque personal a esta clásica de los Rolling Stones, ya que no pretende emular a Jagger.
El tercer track une a dos viejos conocidos, Rob Thomas de Matchbox Twenty vuelve hacer dupla con Carlos y es claro que se conocen al dedillo. Ellos nos ofrece una versión un poco más light de la canción bandera de Cream, Sunshine Of Your Love.
While My Guitar Gently Weeps es el primer track donde Santana experimenta y se aleja de lo clásico. Este cover de The Beatles cuenta con la participación de la cantante de soul India.Arie y con la colaboración instrumental del músico francés de origen chino Yo-Yo Ma. Aquí Carlos reinventa la canción, la suaviza, le da un giro, gracias a esta mixtura de culturas musicales que se unen en esta pieza, que tiene como defecto ser más extensa de lo que debería ser.
Santana también se da el lujo de versionar el sonido del Hard Rock ochentero que en realidad no era tan duro en el caso de Deff Leppard, cuyo tema Photograph es respetado casi al milímetro en la voz de Chris Daughtry (un ex American Idol).
Pero si hay un punto bajo, un momento flojo en el álbum es en el sexto track, la versión de Back in Black de AC/DC no llega a alcanzar el nivel del resto del disco, el problema es que Santana hace su trabajo a la perfección en la parte instrumental pero no podemos decir lo mismo del rapero Nas y de la cantante de soul Robyn Troup que interpretan el tema como si fuera una canción de Black Eyed Peas, les quedó grande el encargo.
Inteligentemente Santana llamó a Ray Manzarek para realizar la versión de Riders Of The Storm de The Doors, qué mejor que un propio ex miembro de la legendaria banda para t encargarse de los teclados de este himno del rock. Se le agrega a esto la participación vocal de Chester Bennington, líder y voz de Linkin Park que nos ofrece un cover apacible manteniendo la esencia de la versión original, Chester canta casi sin esfozarse proyectando serenidad.
Deep Purple no podía estar ausente de los gustos de Santana, y para rendirles tributo escogió la canción más obvia, Smoke On The Water, y para ello reclutó a Jacoby Shaddix, vocalista de Papa Roach, que aprueba el examen a pesar de querer imitar por momentos a Ian Gillan, ofreciéndonos una buena interpretación la que Carlos salpica con elementos latinos en la percusión.
Sin llegar a la excelencia, el cover de Dance The Night Away de Van Halen, es una versión agradable y más ligera que la original. Aquí colabora Patrick Monahan de Train, al que valgan verdades no se le siente totalmente cómodo en la canción.
T-Rex tampoco escapó al tributo de Santana, la versión de Bang a Gong interpretada por Gavin Roosdale de Bush no defrauda y al cantante inglés le sirve de mucho para que lo recuerden teniendo en cuenta que próximamente será lanzado un disco que marcará el regreso de su banda luego de muchos años de ausencia.
El momento nostálgico es el que nos ofrece Carlos unido a ni más ni menos que Joe Cocker para interpretar la clásica Little Wing de Jimi Hendrix. Un momento totalmente Woodstock, que aunque tiene un inicio un poco incierto dentro del propio track luego queda claro que si alguien puede ponerse el disfraz de Hendrix al menos por unos minutos, ese es Santana.
El cierre del álbum lo trae la versión de I Ain't Superstitious, una clásica del blues, original de Howlin Wolf y que también fuera interpretada en su momento por Jeff Beck. La voz en esta oportunidad la pone el cantante gospel Johnny Lang, haciendo bien su trabajo, sin desentonar.

El álbum en su versión "deluxe" contiene 2 tracks adicionales, uno es la versión de Fortunate Song de C.C. Revival interpretada por el vocalista de Creed, Scott Stapp al que se le nota, y no es la primera vez, muy impostado. Y el otro es un cover muy particular de Under The Brigde de Red Hot Chili Peppers en la voz de Andy Vargas, colaborador habitual de Santana que nos trae una versión sencilla y rítmica, que al final se vuelve tropical, vale la pena darle una "chequeada" al menos.

Como se ve Santana está haciendo un doble reciclaje, primero sigue con la costumbre de editar discos con colaboraciones de grandes artistas para así lograr el éxito, y segundo, esta vez no hizo uso de su propias creaciones sino que dio nueva vida a clásicas del rock de todos los tiempos.
Puede ser malo o bueno, repetitivo o no, algunos lo verán como facilista, o que sólo piensa en el éxito comercial. Considero que hacer esto es parte del negocio, y hay muchas maneras de mantenerse en la cumbre, esta es una de ellas, mal o bien vista es válida.
Quisiera de todas formas que algún día Santana nos ofrezca algo propio e interpretado sólo por él y sus músicos permanentes, y así saber si el éxito y la calidad siguen intactos. Del éxito no podría asegurar nada pero la calidad aún está intacta porque este nuevo álbum nos regala momentos geniales de interpretación, donde Santana y su guitarra demuestran estar en plena forma y plenitud, por lo tanto, en líneas generales y más allá de las observaciones descritas Guitar Heaven es un disco recomendable.
Los dejó con algunos audios de este álbum recogidos de la web