viernes, 8 de octubre de 2010

Neil Young, Le Noise (2010): Básico y Letal

Hablar de Neil Young, es hablar de la esencia del rock, es referirnos al mejor artista que ha nacido en Canadá, aunque muchos lo consideren un estadounidense más. Entre las muchas cosas que le debo agradecer a mi banda favorita Pearl Jam, además de su propia música, es el haberme acercado a otros artistas, más lejanos en el tiempo y que fueron sus influencias musicales. Es el caso de Neil Young uno de los ejemplos más palpables en ese sentido; yo ya había escuchado algo del buen tío Neil (como lo llamamos todos los que lo queremos), pero no fue hasta 1993 en que le presté realmente la atención que se merecía. Fue en ese año que durante la ceremonia de de entrega de premios de MTV, Pearl Jam, la gran ganadora de aquella noche, ejecutó un par de performances, en una de ellas, la que cerró el show, la banda de Eddie Vedder invitó a Neil Young para interpretar su ya legendario tema Rockin' in The Free World. Fue una presentación monumental, a puro rock y potencia, recuerdo guitarras y parlantes destrozados por Mike McCready y un Vedder totalmente ido, lleno de amargura, totalmente sacado. A partir de ese momento la conexión entre estos artistas se hizo más fuerte y esto llegó a su punto culminante con la publicación en 1995 del Mirrorball, el trabajo de NY donde colaboraron los integrantes de PJ, aunque la palabra "Pearl Jam" no apareció en los créditos del álbum, para evitar conflictos de derechos con sus disqueras (Young era Reprise, PJ pertenecía a Epic-Sony). Fue un disco fabuloso, que tendría su continuación en el Merkinball, pero en este EP los roles se invirtieron y fue Neil el que colaboró con el trabajo de la banda de Seattle.
A partir de ese momento el cariño hacia el llamado "Abuelo o Padre del Grunge" se acrecentó, no sólo en mí sino en muchos de mi generación que lo consideraron parte de aquella movida musical de los 90's. Pero Neil es más que eso, es una artista completo y a la vez muy simple y sencillo que en sus más de 40 años de trayectoria ha experimentado con todo tipo de sonidos, desde el clásico folk que es su emblema, pasando por el blues, country e incluso el rockabilly.
Ha publicado incontables producciones, ya sea como solista, con su banda Crazy Horse o con ese trío maravilloso (que se convertiría en cuarteto) Crosby, Still, Nash & Young.

Pues este año nos regala otra joya de colección, un álbum crudo, donde escuchamos a Neil, sólo acompañado de sus guitarras. Al escucharlo se puede sentir como si estuvierámos en una sesión en vivo o presenciando un recital privado, y es así ya que todas las sesiones de grabación fueron filmadas, es decir los 8 tracks a su vez tienen cada uno su video correspondiente (comparto cuatro de ellos en esta ocasión) y que conforman un documental dirigido por Adam CK Vollick, con el sonido original y sin mayor arreglo, es decir algo natural, sucio, distorsionado y desafiante.
Cabe destacar que el álbum fue producido por Daniel Lanois, conocido y respetado por sus anteriores trabajos con Bob Dylan y U2 por citra los más conocidos.

Inicia esta placa Walk With Me, con toda la energía, potencia de una guitarra que se distorsiona por momentos y cuyo eco nos envuelve. Un track que por momentos se vuelve fantasmal con un sonido hipnotizador. Se percibe el espíritu Dylan a lo largo del tema.
En esa misma línea tenemos a Sign Of Love, similar a la cancion inicial pero menos agresiva y más melódica. Un sencillo muy equilibrado.
Someone's Gonna Rescue You es un single donde Young suaviza y a la vez agudiza su voz, baja las revoluciones con respecto al primer par de temas, como si el álbum comenzara a pura furia para luego bajar la intensidad pero sin perder emoción.
Es así que llegamos a primer momento acústico de la placa, Love And War es pura nostalgia, el viejo Neil está presente y revisa sus raíces, el espíritu folk en su máxima expresión.
Con Angry World, nuevamente Young toma su guitarra eléctrica y regresa toda la agresividad y dureza instrumental inicial de la placa, un track denso, oscuro pero furioso.
Sin duda el momento cumbre del álbum es Hitchhiker, que representa el resumen del disco, todos los elementos de que consta el álbum se encuentran en este track, un single duro y armónico a la vez con un NY en su máximo esplendor lírico e instrumental. Otro detalle que hace que me encante este tema y le tome cariño especial es la referencia que hace en su letra a mi país, al Perú, aunque no hace más que repetir extractos de la letra ya grabada de Like An Inca de su álbum Trans de 1982. Otras oportunidades en las que Young escribió y cantó sobre el Perú fue en Ride My Llama e Inca Queen.
El segundo momento acústico es Peaceful Valley Boulevard, track íntimo que transmite paz y sosiego, y que a pesar de ser extenso (dura más de 7 minutos) no cae en la monotonía.
Por último Rumblin nos devuelve a la guitarra eléctrica, con la misma potencia que los tracks restantes pero menos agresiva, una canción que no llega a explosionar del todo, lo cual no quita que sea otro excelente single.

Neil ha vuelto, como casi todos los años, pero esta vez toda la atención se centra en él, utilizando elementos mínimos y básicos y precisamente por ello el álbum resulta poderoso y letal, es un trabajo visceral pero íntimo que nos muestra una contundente sobriedad.
Estamos frente a uno de los mejores discos de este año, y vaya casualidad, nuevamente es un representante de la vieja guardia (este año nos salvaron Johnny Cash, Tom Petty, en menor medida Santana) el que nos trae aire fresco ante la falta de propuestas de la música actual y sus jóvenes representantes.

Walk With Me




Love & War




Angry World




Hitchhiker





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