martes, 12 de octubre de 2010

Bad Religion, The Dissent Of Man, 2010: ¿Quién dijo que el punk ha muerto?

El cambio musical y estético de Green Day ha sido considerado como el hecho que marca la partida de defunción del punk como género musical. Estoy totalmente en desacuerdo, primero porque hace mucho Green Day se alejó de dicho género y ha consolidado su carrera en base a un giro musical que puede o no gustar pero que les ha dado grandes resultados, pero para eso tuvieron que sacrificar algo, dejar de hacer punk. Segundo, la existencia de algunas bandas dejan sentada la posición de que el punk no ha muerto y está lejos de estarlo, se me viene a la mente Social Distortion o Rancid, pero si hay una banda que demuestra este punto perfectamente es sin duda alguna Bad Religion.
La banda de Greg Graffin acaba de cumplir sus treinta años de existencia, para lo cual editaron un álbum en vivo conmemorando tal evento y como frutilla del postre de celebración han lanzado su nueva placa de The Dissent Of Man, su décimo quinto álbum de estudio.

El disco no es sólo una muestra de contundencia sino de vigencia musical, un álbum que inicia frenéticamente, de forma rápida y sin respiro ni pausa con el track inicial The Day That the Earth Stalled. En la misma tónica tenemos al siguiente sencillo Only Rain, aunque con un Graffin menos agresivo al cantar. Esta tendencia se repite más adelante con Pride And The Pailor y Wrong Way Kids, el primero es un single relajado y hasta divertido mientras que el otro tiene todo el frenesí y desborde de los primeros tracks.
En el tercer single Greg nos grita y sacude, nos escupe su bronca en la cara con The Resistance Stance que ofrece un sonido más duro y potente.
Won't Somebody es el primer gran momento del álbum ya que la da una vuelta de tuerca al sonido y a la propuesta inicial de la placa, se trata de un sencillo menos acelerado y que nos recuerda al propio pasado de la banda, revive sonidos ya escuchados en discos anteriores, lo cual no quiere decir que estemos frente a algo repetido o recurrente, para nada, más bien estamos ante uno de los grandes momentos del álbum. Cabe señalar que este tema ya era conocido puesto que aparece en su versión acústica en la edición deluxe del álbum anterior de la banda New Maps Of Hell. Otros tracks donde BR utiliza sus propios elementos pasados son Avalon y Ad Hominem, singles donde a pesar que la banda puede sonar parecida a sí misma se le escucha fresca y totalmente potente, además de ser temas que encajan perfectamente en el espíritu rebelde del álbum.
Otro momento cumbre de la placa es The Devil in Stitches, fue el track de promoción del álbum, se trata de uno de los temas mejor construídos no sólo de este trabajo sino también de toda la trayectoria de la agrupación californiana.
Meeting of the Minds es otro sencillo que nos devuelve toda la agresividad del álbum donde la batería es la que toma la batuta y guía la canción.
Someone To Believe, es también un sencillo "distinto" con relación al resto, con un punk más clásico y elemental.
También hay espacio para cierto coqueto con el rock alternativo pero sin perder su esencia punk, es así nos topamos con Cyanide, otro excelente sencillo de este trabajo.
Turn Your Back On Me propone un punk reflexivo (si es que esto es posible), con menos revoluciones pero con un Graffin que no pierde su contundencia al relatar la historia.
Con Where The Fun Is presenciamos una típica canción de punk rock, que me recuerda claramente a Social Distortion.
El álbum cierra de manera brillante, I Won't Say Anything es un track cuyo ritmo lo marca una inusual guitarra acústica que con sencillez le da un toque distinto al álbum.
En la edición "deluxe" se incluye otro muy buen tema, Finite y también 4 interpretaciones en vivo de canciones incluídas en trabajos anteriores donde destaca la versión de Generator.

Son 30 años que tiene esta banda gritándole al mundo su inconformismo al sistema, a la injusticia y a todo lo que atente contra el desarrollo del hombre. Cabe destacar que Greg Graffin es antropólogo y geólogo, un tipo demasiado inteligente y que sabe a través de su música como transmitir sus pensamientos, sus denuncias y por qué no, sus frustaciones, las frustaciones de un hombre que ve como el mundo que lo rodea involuciona día con día.
Toda esa furia mezclada con la claridad de mente de Graffin y su banda han permitido que ese sonido tan clásico no desaparezca, después de escuchar este álbum ¿realmente creen que el punk ha muerto? Pues para mí, no.
Les dejo los tracks más destacados para mí.

Won't Somebody



The Devil In Stitches



Cyanide



I Won't Say Anything


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