lunes, 25 de julio de 2011

Pearl Jam en Lima: Entrada en la mano. Crónica de la mejor mañana de mi vida

No pude dormir bien, prácticamente no dormí nada, la madrugada del lunes 25 de julio estuvo cargada de ansiedad, nervios, pero también de una cuota de felicidad proyectada hacia un futuro no muy lejano. Soñé con este día toda mi vida, hace casi 20 años que vengo esperando este momento que años atrás me hubiera parecido totalmente utópico (cuando nadie se dignaba venir a tocar a Lima). Pero el panorama fue cambiando cuando empezaron a llegar a Lima muchos de los mejores y, sobre todo, vigentes artistas del mundo de la música. Eso abrió la esperanza.
Soñé con este momento, pero cuando se materializó fue mucho mejor que ese sueño que alguna vez tuve sobre esto. Y aquí es donde quiero resaltar la importancia de la presencia de dos personas muy especiales para mí, "A" y "F". La primera, "A", apareció en mi vida ya hace más de un año y gracias a nuestra coincidencias en gustos musicales, en ideales e incluso en pensamiento político nos sentimos muy cómodos y unidos desde un principio, lo único en lo que nunca coincidiremos es en nuestras querencias futbolísticas, cosa que pasa a un segundo plano porque el cariño es demasiado grande para que un "juego" nos separe. "A" es una maravillosa chica, mi "pequeña", que demostró que para amar a PJ no necesitaba precisamente haber disfrutado de la banda cuando era joven (como es mi caso), ella nació con la banda, en el 90, era muy pequeña cuando el bien o mal llamado "grunge" se apoderó de la escena musical, pero aún así ama a la banda como si perteneciera a mi generación, y eso a mí me emociona demasiado. Con ella siempre nos proyectábamos en como sería la noche mágica en que por fin veríamos a nuestra banda amada. El tiempo pasó y aún no había novedades pero sí muchos rumores de la venida de La Perla, es así como este año aparece la otra protagonista de esta historia, "F", otra preciosa persona (de la que ya he hablado antes en este espacio) y que ha significado muchas cosas en mi vida. Al principio la historia fue parecida, también tuvimos coincidencias en muchos temas, no sólo musicales sino en especial en cuestiones personales, y aparecimos en el momento justo uno en la vida del otro. Ella se sorprendía de saber que había alguien más como ella tan fanático (al grado de la enfermedad) de PJ. Poco tiempo después logré unir a "A" y "F" y el triángulo se completó. Hace tiempo, muchísimo tiempo, que no me siento tan a gusto en ningún grupo social como cuando estoy con este par de lindas chicas que no sólo son bellas exteriormente sino que tienen un corazón de oro, son jammers de pura cepa. Por eso, entre otras cosas, le debo tanto a Pearl Jam, porque no sólo me acompañó en los más diversos momentos de mi vida sino también me permitió conocer personas extraordinarias que estarán para siempre conmigo.
Y llegó el día, el 25 de julio, sí justamente un 25 ("F" sabe a lo que me refiero), el día en que por fin cumpliríamos el sueño de toda una vida. Me levanté a las 7 de la mañana, en realidad como dije casi no dormí así que no necesité que la alarma del celular sonara. Tomé un café, un duchazo posterior, y salí caminando en busca de la felicidad. Una pequeña garúa caía y tocaba mi rostro, el frío se hacía sentir, era el justo y pequeño precio para cumplir el sueño. La caminata fue corta, ya que el punto de venta está a pocos metros de mi casa. Llegué primero, esperé a mis dos compañeras de aventura sentado en las escaleras de aquel supermercado en cuyo interior estaba la respuesta a todas nuestras plegarias. Ellas llegaron poco después, luego ya con los tres sentados nuestra charla se desarrollaba para literalmente quemar tiempo hasta que por fin esas puertas de metal se abrieron y fue como ver la luz. Increíblemente no eramos los primeros, una pequeña fila de 3 personas estaba antes que nosotros, no importaba, estábamos demasiado cerca como para emitir queja alguna, hasta que por fin el momento llegó, entradas compradas, felicidad inexplicable, creo que nadie que no sienta la pasión por la música podrá entender lo importante que puede ser ese cartoncito rectángular de color rosado, pero que al tener impreso PEARL JAM PJ 20 era el boleto al paraíso, la llave mágica de la felicidad plena.
Corazones acelerados, adrenalina a full, así estábamos aún sin creer lo que teníamos en las manos, decidimos comprar una lata de cerveza cada uno en el supermercado (sí! un café a las 7 y una "chelita" a las 10), y así celebrar el momento inolvidable. Ese brindis significaba mucho, un brindis sencillo, tan sencillo como la banda que amamos más que a nada. Luego tomamos algunas fotos a las entradas y a nosotros mismos, caminamos, hablamos, sin creerlo aún, hasta que al final los tres tomamos nuestros respectivos rumbos con la promesa de vernos pronto para seguir intentando procesar todo lo que estamos viviendo y que llegará a su climax en noviembre en donde también se nos unirá una querida amiga jammer uruguaya que nos acompañará en la noche más importante de nuestras vidas.
Le debo tanto a esta banda, me ha permitido conocer personas tan valiosas con las que compartiré la noche más especial que un jammer pueda tener. Hace 2 años cuando pensaba cómo sería el concierto de Pearl Jam en Lima suponía que estaría en la zona más cercana al escenario pero solo. Hoy todo cambió, la banda me puso en el camino a estas dos personitas especiales por las que ahora el concierto tiene un significado aún mayor al que ya tenía para mí, gracias por eso a Pearl Jam, pero en especial, gracias "A", y "F". Somos los jammers de la vida, por siempre y para siempre.

lunes, 11 de julio de 2011

La Confirmación de un Sueño: Pearl Jam en Lima.

Tengo la piel de gallina, me cuesta respirar, estoy al borde el colapso emocional (si es que eso existe). He esperado casi 20 años para escuchar y/o leer esta noticia, la banda que me acompañó por casi dos décadas maravillosas pisará sueño limeño al fin.
Decir Pearl Jam para mí es como decir "Gardel" para mi viejo, me imagino que él hubiera tenido la misma sensación que ahora yo tengo si pudiese haber visto a su ídolo, fallecido antes de que él naciera.
Pearl Jam representa para mí la vida misma, porque han ocupado más de la mitad de mi existir. Recuerdo comprar los cassettes, los discos compactos, recortar notas periodísticas. Y ahora, en este mismo momento cuando escribo estas líneas, miro todo eso, y me emociono, se me humedecen los ojos al saber de dentro de muy pocos meses podré verlos cara a cara en mi tierra, en mi suelo el 18 de noviembre.
Cuando uno es joven siempre busca algo o alguien con quién identificarse, y eso me pasó con Eddie Vedder el líder de esta legendaria banda, sentí que mi vida estaba presente en sus letras tan introspectivas, sentidas, directas y emocionantes. Además de ese característico perfil bajo en el que siempre me vi reflejado.
Me veía a mí mismo en su obra musical, eso explica el terrible amor que le tengo a Pearl Jam. Para muchos este romance puede ser inexplicable, inconcebible, pero para mí, fue amor a primera vista y en noviembre de este año, les podré demostrar cuanto los amo y agradecerles todo lo que hicieron por mí con su música.
Alegraron aún más mis momentos más felices, acompañaron mi dolor y soledad, me llenaron de euforia cuando necesitaba levantarme del suelo, y siempre lo hicieron con la canción apropiada. Fueron y son el soundtrack de mi vida, el marco musical de mi paso por este mundo.
Hasta ahora no proceso la noticia, el cumplir un sueño que parecía imposible e irreal. Se me vienen muchas cosas e imágenes a la mente, mi adolescencia, mi juventud, hasta el look despreocupado que usaba en aquel entonces y que hasta ahora (hasta cierto punto) trato de mantener.
Mientras escribo esto (pasadas las 3 de la mañana) veo que el internet está de cabeza, los jammers no saben que hacer ni que decir, no pueden dormir y no importa que mañana sea lunes, pero será el lunes más hermoso de nuestras vidas, un lunes que se convertirá en domingo de Gloria.
Y precisamente hablando de internet mientras estoy aquí escribiendo este post también converso con la persona que más quiero en este momento tan importante de mi vida y que a su vez es una de las dos jammers peruanas que más amo en este mundo, y ella así como yo no sabe qué hacer, está tan enloquecida y eufórica como lo estoy yo. Y justamente por estas cosas, le agradezco tanto a Pearl Jam, por permitirme conocer a gente tan especial, no sólo de mi país sino de muchas partes, creando lazos muy fuertes. Somos una "Jamily" unida y feliz, incluso más que la mismísima Familia Ingalls.
No sé que más decir, que más escribir, pero tenía que hacer esta catarsis tan saludable, quiero compartir mi alegría con todos los (pocos o muchos) que lean estas líneas que no tengo ni idea cómo las estoy escribiendo.
Estoy pletórico, creo que no existen muchas palabras para describir lo que siento en este instante. Y a pesar que yo tuve la suerte de saber hace mucho sobre la fecha de este evento (me tuve que morder la lengua para no difundir esta noticia antes de tiempo), igual no puedo evitar emocionarme como si se tratara de la mejor sorpresa que pueda recibir, el mejor regalo que la vida me brinda.
Sirvan también estas líneas para agradecer a quien ha hecho posible este maravilloso evento realidad, a un empresario serio y que ha demostrado siempre calidad en todo lo que ha ofrecido, me refiero a Alberto Menacho, un señor que sé que tenía como gran sueño concretar este acontecimiento, porque como jammer que es, debe ser sin duda una satisfacción enorme el haber cumplido este objetivo tan anhelado. Muchas gracias Alberto.
Sólo queda esperar, y ahora el tiempo correrá lento, primero para comprar mi entrada, el boleto a la gloria y después para esperar la noche mágica donde miles de almas se unirán para decir GRACIAS PEARL JAM, GRACIAS POR VENIR, POR ESTA AQUÍ, GRACIAS POR SER, GRACIAS POR EXISTIR, VALIÓ LA PENA LA ESPERA.


Jeremy (en su versión de los MTV Video Music Awards de 1992). Simplemente intensidad, la misma que veremos aquí, en Lima en noviembre.