martes, 24 de mayo de 2011

Beastie Boys, Hot Sauce Committee Part Two, 2011: El Retorno del Poderoso Rap Blanco

La historia nos dice que siempre ha sido difícil imponerse, ya sea por ejemplo ideológicamente o artísticamente, en una etnia distinta a la nuestra. A pesar de ello muchas minorías supieron hacerse un lugar en un ambiente que no era naturalmente el suyo. La música no estuvo exenta de esta particularidad, como es el caso de los Beastie Boys. Esto debido a que ésta ya legendaria agrupación supo hacerse un espacio en un mundo ajeno, musicalmente hablando, y dominado por la raza negra. Los BB comenzaron como una banda de agresivo punk pero poco a poco fueron inclinando su propuesta por un sonido que no era común ver interpretado por artistas blancos, se acercaron al rap, hip hop, jazz, etc. He ahí la importancia de la banda, ya que no sólo se adaptó sino que impuso su propio estilo en un territorio que no les pertenecía pero que sería suyo con el tiempo. Han transcurrido 25 años desde su debut discográfico (y muchos más desde la creación de la banda) y no hay nada que ya no se haya dicho de ellos. Impusieron su propuesta, ya que respetaron sus influencias y a su vez le inyectaron sus propios elementos creando así un legado muy respetado y que ha sido referente para las generaciones futuras.

No todo ha sido felicidad para ellos, en especial en los últimos años, en el 2009 cuando estaban a punto de lanzar otro esperado álbum de estudio, Adam "MCA" Yauch fue diagnosticado con cáncer. Golpe duro, seco, inesperado, no sólo para la banda sino para toda la industria musical. Felizmente, luego de dos años, Adam pudo vencer la enfermedad y nuevamente unirse a sus compañeros de siempre para embarcarse en una nueva aventura, el resultado es Hot Sauce Committee Part Two. Lleva en su nombre la frase "parte dos", ya que en realidad se iba a llama "parte uno" pero todo eso cambió con lo sucedido con Adam, lo que representó no sólo un renacer para el propio artista sino para toda su banda.

El álbum comienza con una píldora para nuestra memoria, Make Some Noise suena a clásico de la banda que con un contundente sonido nos dan una vuelta al pasado que aún así se percibe fresca. Y no sería el único track de esta naturaleza ya que en el transcurso de la obra nos encontramos con otros chispazos de evocación como Long Burn the Fire, hip hop puro y simple, Here's a Little Something For Ya, otro single de alma clásica pero con elementos experimentales y Crazy Ass Shit que nos ofrece "ternura rítmica" gracias a las voces de unos niños que rapean y deleitan.
Un momento sobresaliente en la placa lo constituye Nonstop Disco Powerpack, con mucho ritmo y cadencia guiada por una muy buena percusión.
También hay espacio para el coqueteo con el pop, claro está, mezclado con el sonido que ya es marca de fábrica de la banda y que da como resultado OK un track ligero y agradable.
El disco incluye un par de colaboraciones, la primera con Too Many Rappers, en donde son acompañados por el rapero NAS ofreciéndonos un single un poco (sólo un poco) más denso pero sin perder la línea sonora presente en todo el trabajo. La segunda colaboración es la presencia de la interprete Santigold cuya voz atrapante nos envuelve en Don't Play No Game That I Can't Win. Cabe destacar que este single está precedido por un mini-track de 24 segundos, una licencia musical llamada The Bill Harper Collection. Otra de esas "licencias" la hayamos más adelante en The Larry Routine, pista de sólo 31 segundos.
El Hip Hop más puro lo encarna Say It, combinación de voces, ecos que llegan al cerebro e hipnotizan. Gran momento del álbum.
Funky Donkey
como su nombre lo indica es una clara y breve aproximación al funk más básico, a las raíces del sonido que hicieron tan popular a esta agrupación.
Tadlock's Glasses
es otro momento denso y desacelerado en esta obra, uno de las canciones mas difíciles de procesar.
El hip hop se acerca y enriquece con el pop en Lee Majors Come Again, compuesto también por guitarras que son lejanas y agresivas a la vez dando como resultado un track más comercial.
Multilateral Nuclear Disarmament es el momento instrumental del trabajo, que inicia con un seductor bajo que es la base sonora de este buen track.
El cierre del álbum es muy breve, The Lisa Lisa/Full Force Routine, una pista de menos de un minuto que para más parece los residuos del álbum sacados de la papelera de reciclaje.

El retorno de Beastie Boys es bienvenido, sin duda este trabajo no está a la altura de sus grandes obras pero tampoco está lejos de ellas, el álbum está hecho respetando su historia y como siempre dándole rienda suelta su imaginación.
Si alguna vez escuchan a algún muchacho decir que Eminem es el rey blanco del rap, que triunfó en el mundo de uno de los más emblemáticos estilos de la música negra norteamericana, yo lo que haría sería sentar a ese muchacho, hacerlo escuchar este disco y que guarde silencio, porque Beastie Boys ha vuelto, es el retorno del poderoso rap blanco.

Make Some Noise





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