domingo, 28 de noviembre de 2010

Kings Of Leon, Come Around Sundown, 2010: Sabor a poco

Kings Of Leon ha sido una de las bandas más importantes y contundentes surgidas en este siglo, a lo largo de su carrera ofreció una fresca mixtura del rock sureño estadounidense con un sonido alternativo y más actual. Mantuvieron un perfil relativamente bajo, a pesar de ello lograron colocar varias de sus canciones entre las más escuchadas del chart. Pero la real explosión mediática de la banda llegó con su cuarto álbum de estudio Only By The Night del 2008. Un disco casi perfecto, que no obstante mostrar el lado más comercial de la agrupación proveniente de Nashville no traicionó su esencia y consiguió que su música llegará a más oídos complacidos.
Precisamente el hecho de editar un muy buen álbum trae consigo un riesgo, es decir, tratar de mantener el mismo nivel en los trabajos anteriores es un atarea difícil. Lamentablemente ese riesgo tuvo consecuencias, ya que este año KOL editó su quinta placa Come Around Sundown, un disco muy esperado pero que no llega a los niveles mínimos teniendo en cuenta la calidad de la banda en cuestión.
El álbum en sí no es un mal producto, por decirlo de alguna manera, ya que tiene un inicio supuestamente prometedor con su track más significativo The End, un muy buen single que mantiene el sonido característico de la banda. Lo mismo ocurre con el siguiente sencillo Radioactive que a diferencia del anterior es más acelerado. A partir del tercer track Pyro, ya se percibe cierta reiteración de la propuesta aunque no deja de ser un single de relativa calidad.
Esta tendencia se mantiene a lo largo del disco, un álbum con altibajos, que muestra tracks llamativos como Mary que asemeja el sonido de los clásico cuartetos de voces, The Immortals que gracias a la parte instrumental se vuelve interesante y Back Down South que intenta recuperar las raíces del rock sureño norteamericano.
Pero también hay momentos desechables, dos en particular, primero The Face donde se percibe la ya mencionada repetición en el sonido y la poca versatilidad de la banda y el insípido final con Pickup Truck.
Completan el disco las cadenciosas Beach Side y No Money mientras que Birthday es un tema que pasa totalmente desapercibido y Pong Up un tema con cierto grado de experimentación que centra su sonido en la percusión pero que no deja demasiado al oyente.

Estamos frente a un disco que cuando se empieza a escuchar parece prometer un buen rato, pero nada más, la propuesta se repite, se vuelve plana y predecible, queda la sensación de que nos va a ofrecer algo bueno pero se queda en sólo buenas intenciones, no hay explosión, ni mucho menos emoción, prácticamente no se queda ningún track sonando en nuestros oídos.
Eso es lo que puede pasar luego de lanzar un disco tan exitoso como el Only By The Night, esto es historia repetida en la música. La valla que dejó auqel álbum fue muy alta y se por ahora se ha hecho imposible volverla a alcanzar. Un disco que representa un paso en falso, un tropezón, mas no una caída. Confiamos en la recuperación de los hermanos Followill, porque su calidad no está en duda.

Comparto con ustedes los dos tracks más destacados.

The End



Radioactive


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