martes, 15 de junio de 2010

On The Rock, Andrés Calamaro (2010): Tomando licencias, corriendo riesgos.

Hablar de Andrés Calamaro es sin duda alguna referirnos a una de las figuras más emblemáticas del rock en nuestro idioma de los últimos 30 años. Su vida, pensamientos, gustos y opiniones siempre generan controversia, hace escasos días ha estado en el ojo de la tormenta por sus declaraciones a favor de Tauromaquia (una de sus grandes pasiones) y el año pasado originó algo similar al festejar la despenalización de la tenencia de marihuana para el consumo personal en Argentina. Pueden estar o no de acuerdo con él, pero casi siempre terminarán oyendo o leyendo lo que tiene que decir, y él lo sabe, es consciente de lo que él provoca al expresar su parecer.
Esta forma de ser también se refleja en su música, uno nunca sabe que esperar del siguiente trabajo de Calamaro, pero igual genera mucha expectativa. On The Rock es su última placa donde vuelve a hacer uso de lo que podríamos denominar el "multi-género", es decir recorrer variados estilos musicales. Pero el hacer esto constituye asumir riesgos y, creo yo, muchos fans de Andrelo no se deben haber sentido del todo satisfechos con esta última entrega, a mí al menos me dejó la sensación de que faltó o quizás sobró algo, según como se mire.

El álbum inicia con el track Barcos, en donde acompaña Diego el Cigala y en la guitarra Niño Josele, una españolísima canción con corazón de flamenco, sonidos ya experimentados por Andrés tanto en tu etapa en "Los Rodríguez" como en la de solista. Nada nuevo bajo el sol, aquí los colaboradores se imponen a Andrelo aunque éste deja su pequeña cuota personal.
Te Extraño es un bolero moderno que como en el track que precede nos recuerda trabajos anteriores del artista, como El Palacio de las Flores. El rapeo realizado por el español El Langui le da algo de frescura al tema.
El tercer sencillo El Pasodoble de los Amigos Ausentes nos ofrece el ya conocido rock calameresco acelerado, simple, entretenido.
Todos se van, el cuarto track, nos trae "Nostalgia Calamaro Marca Registrada", buena canción, la mejor de esta placa, donde Andrelo ofrece ese estilo vocal tan propio y tan "Dylan" a la vez. Aquí realiza un pequeño homenaje, como casi siempre, a su maestro Miguel Abuelo: "... los pedazos de lo que alguna vez fue un corazón del gran espejo interior".
Los Divinos fue el primer track que se dejó escuchar para promocionar el disco, tranquila, básica, agradable, y que se también se asemeja a lo que nos ha ofrecido antes, aunque en este caso eso no es un defecto.
Flor de Samurai es rock más agresivo, con un sonido inspirado en su desaparecido amigo y colega Pappo.
Insoportablemente Cruel, es la "licencia" a la que me refería en el título del post, la colaboración de los Calle 13 es sin duda un punto en contra, ya que podemos apreciar la diferencia entre un compositor y un simple rimador, sólo basta comparar lo que canta cada intérprete (que es lo que cada uno escribió) para saber quién es quién. Musicalmente hablando, se deja escuchar, nada más que eso.
Tres Marías es una cumbia-rock que ya se está volviendo cotidiana en la carrera de Andrelo. La presencia de Vicentico permite que la canción sea más llevadera.
El cover de la clásica universal de José Alfredo Jiménez, Te Solté La Rienda, es más que digno, Bunbury se encuentra como pez en el agua en esta canción, se le siente más cómodo que al propio Andrés. Buen track.
Con Me Envenenaste regresa el rock simple con la conocida y típica dosis de desengaño, un Calamaro más clásico que revisa sus fuentes.
Gomontera es un track que nos recuerda al Calamaro de los 80's donde nos ofrece un relato muy argentino y costumbrista.
El álbum cierra con El Perro, una canción ideal para interpretar en vivo, y él lo da a entender al inicio de la misma, mucha fuerza, casi punk, buen cierre.

El disco además en su edición especial contiene un muy buen cover de Vasos Vacíos, un himno de Los Fabulosos Cadillacs pero en tono más lento y melancólico.

En conclusión On The Rock es un trabajo que ofrece una variedad de géneros y esto en algunos momentos de la placa le juega malas pasadas, ya que en ocasiones Andrés no encaja, o sólo se lucen sus acompañantes, como es el caso de Bunbury que tiene una participación brillante, en contrapartida esto no sucede con Calle 13 que no está al nivel del encargo, pero son los riesgos que asumió. En otros momentos queda la sensación de que se repite así mismo, quedando un gusto a poco.
Aún así no se puede negar que hay tracks muy destacados que salvan al álbum, y que hacen que merezca ser escuchado. Su último buen trabajo fue La Lengua Popular (2007) y espero que vuelva por esa senda.

Acompaño unos audios (Youtube) de los tracks más destacados








1 comentario:

  1. es un genio Andres!!! unico!!!! la veradad es un don qe lo sabe usar!!!

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