domingo, 18 de octubre de 2009

Black Gives Way To Blue, Alice in Chains, 2009: Arriesgar y Ganar

Corría el mes de abril del año 2002, el mundo del rock recibía otro de esos duros golpes a los que ya estaba acostumbrado, Layne Staley vocalista de Alice in Chains era encontrado muerto en su departamento. Quizás sea capricho del destino o simple coincidencia pero se determinó como fecha de su deceso el 5 de abril del 2002, exactamente 8 años después de la muerte de Kurt Cobain, el símbolo de la década de los 90's en cuanto a rock se refiere y la cual perteneció el propio Staley. El cuerpo de Layne fue encontrado dos semanas después de haberse producido la muerte a causa de una sobredosis, y tuvo que usarse el registro de su dentadura para comprobar su identidad por el estado de descomposición del cuerpo.
Todas estas circunstancias hicieron que la muerte de Layne fuera demasiado impactante y dolorosa para los que disfrutamos de su estilo y arte. Pero a la vez la noticia no nos sorprendió, las costumbres y estilo de vida de Layne nos hacían pensar que esto podía pasar en cualquier momento.
Lo primero que concluí, al igual que muchos otros, es que más allá de la pena que nos causaba su partida, su muerte también representaba el certificado de defunción de Alice in Chains. Y así parecía ya que Jerry Cantrell el fundador y cerebro creativo de AIC decidió desarrollar su carrera como solista y el resto de la banda conformada por Mike Inez y Sean Kinney se dedicaron a sus proyectos personales.
Alice in Chains fue una banda ícono en su tiempo, formó parte del movimiento grunge de Seattle de los años 90's, aunque se diferenció de sus colegas por tener un sonido más duro, denso y depresivo y que en muchas ocasiones coqueteó con el metal. A pesar de su corta existencia (su primer trabajo fue editado en 1990 y el último en 1995) la banda formada en 1987 logró marcar a una generación y crear una tendencia, tanto es así que el grupo siempre estuvo activo gracias a los diversos discos recopilatorios que se publicaron en su honor. Fue un caso excepcional para un grupo que estuvo tan poco tiempo en el mercado musical pero que aprovechó al máximo ese lapso convirtiéndose en una banda de culto. Siempre flotaba la esperanza de que el grupo lanzaría algo nuevo, pero esto nunca sucedió y parecía todo definido ante el fallecimiento de Staley. Nótese que desde el momento en que se publicó el último trabajo de AIC hasta el momento de la muerte de Layne transcurrieron 7 años, es decir, en todo ese tiempo el vocalista estuvo demasiado complicado con sus problemas y adicciones y la banda nunca pudo reunirse.
Hace pocos años leí que AIC se reagruparía para salir de gira y presentaría un nuevo vocalista, sinceramente lo primero que pensé fue en que se trataba de una falta de respeto, o una movida oportunista, la esencia de la banda ya no estaba más, ese espíritu oscuro y denso se debía en gran medida a la presencia de Layne Staley.
Supuse que sería una reunión efímera pero este año llegó la noticia que aseguraba el lanzamiento de un nuevo trabajo del grupo. Decidí darle el beneficio de la duda, para una persona como yo que vivió parte de su adolescencia y juventud en pleno auge del movimiento del rock alternativo, saber que se edita un nuevo trabajo de AIC no es poca cosa, en realidad es todo un acontecimiento, por más cuestionamientos que se puedan tener.
Para este nuevo proyecto la banda presenta a su nuevo vocalista, William DuVall (proveniente de la banda Comes With The Fall) que ya era parte del grupo casi desde el inicio en que tomó la decisión de reunirse.
AIC no editaba ningún álbum nuevo de estudio (más allá de recopilatorios y otras perlas) desde el año 1995, 14 años pasaron para volver a escuchar a este emblemático grupo, demasiado tiempo, tanto que pensamos que nunca más lo escucharíamos.
No lo niego, tenía miedo, miedo de que fuera un fiasco, y de que se perturbaría el descanso eterno del querido Layne con este "intento" musical. Igual esperé a escuchar la propuesta, para tener una idea clara.
Hasta que llego el día, por fin pude escuchar y observar (ya que el video fue lanzado tan pronto la canción comenzó a circular) el single Looking in a View, el segundo nacimiento de AIC, y quedé gratamente asombrado, a pesar de la ausencia notoria de Layne, percibí en este track el espíritu de la banda, en pocas palabras, me gustó. No obstante quise esperar otro tema para tener una idea más clara y definida, es así que se lanzó el segundo sencillo "Check My Brain", y la sensación que me produjo fue la misma, presentía, a pesar de todos mis miedos ya explicados, que se aproximaba un muy buen disco.
Black Gives Way to Blue es el nombre de este álbum, que es de lo mejor que he escuchado en este último tiempo, track por track el disco se desarrolla como una estructura que necesita de cada una de sus piezas para ser entendido en su totalidad.

1) "All Secrets Known": Jerry Cantrell abre el disco con su voz, como para que nuestros oídos no sientan un cambio traumático de escuchar de golpe a DuVall que dicho sea de paso acompaña bien en este single. Un tema que posee la marca registrada y característica de la banda, la densidad.



2) "Check My Brain": Fue el segundo sencillo (y video) de promoción del álbum, el track más "vendible", si es que se puede denominar así a alguna canción escrita por AIC. Aquí Cantrell y Duvall cantan juntos en un tema que como el anterior mantiene el viejo estilo de la banda.



3) "Last Of My Kind": La responsabilidad vocal recae principalmente en DuVall y no decepciona conjugándose muy bien con el resto de la banda, esto es meritorio teniendo en cuenta que es una canción difícil de procesar y entender para quien la escucha pero que a su vez posee gran energía, aunque para los que conocemos el trabajo de la banda esto no es ninguna novedad.



4) "Your Decision": Estamos frente a uno de los momentos melódicos del álbum, un tema de atmósfera acústica que se asemeja no tanto a lo hecho por AIC en anteriores oportunidades sino más bien al trabajo realizado por Jerry Cantrell en su etapa como solista. Sin duda un punto alto en el álbum, y que sin duda se convertirá en clásica al menos para los seguidores de la banda.



5) "A Looking in a View": Como lo describí líneas arriba, éste fue el sencillo y video de lanzamiento, un track lleno de energía que aunque suene contradictorio posee una aura oscura propia de AIC. Muy buen acople de las voces de DuVall y Cantrell y que recuerda por su sonido a lo hecho por la banda en su último álbum de estudio, el epónimo de 1995.



6) "When The Sun Rose Again": Sonido acústico acompañado de una buena percusión que crea el clima perfecto para que las voces de Cantrell y DuVall se combinen nuevamente de manera casi exacta, rememora al sonido que Pantera ofreció cuando realizó el cover de Black Sabbath, Planet Caravan. Este track evoca en cierta medida a placas anteriores de AIC como Sap y Jar Of Flies.



7) "Acid Bubble": Extensa, pesada, dura, el viejo AIC está más presente que nunca en esta canción, vuelve a sus raíces y recuerda los primeros años de la banda, tiempos de Facelift y Dirt. A pesar de incluir un abrupto cambio de ritmo, esto no afecta el single, dos canciones en una, sonidos que a pesar de ser distintos no afectan la estructura de la canción como tal, algo que muy pocos pueden lograr.



8) "Lesson Learned": Otro tema que recuerda lo realizado por Jerry Cantrell en su etapa solista, tiene todo el estilo del guitarrista, muy rítmica y más fácil de escuchar que el resto de tracks.



9) "Take Her Out": La batuta vocal está a cargo una vez más de Cantrell, evidentemente no será un single de los mal llamados "comerciales" pero que encaja perfectamente en la propuesta de este trabajo.



10) "Private Hell": Uno de los mejores tracks del álbum, da la impresión de estar escuchando un homenaje a Layne Staley, es más, llega un punto en la canción en que las voces de Cantrell y DuVall se complementan tan perfectamente que parece que estamos escuchando al propio Layne, pienso y digo: ¡Cómo diablos Layne no está entre nosotros para que la cante!, es una canción especialmente hecha para él.



11) "Black Gives Way To Blue": El tema que le da nombre a este trabajo, un digno final, melódico, nostálgico, la canción más corta del álbum, Cantrell nos entrega uno de las mejores canciones que ha escrito, apoyándose en el piano (interpretado por Elton John nada menos) como acompañamiento perfecto, un recurso poco utilizado por la banda, una manera calmada de terminar este trabajo.



Como lo señalé tuve miedo de estar frente a un acto de blasfemia musical pero me encontré con una agradable sorpresa, la experiencia adquirida por Jerry Cantrell durante estos años de "soledad" ha servido para que la banda se apoyé en él como el eje principal. Se puede cuestionar el hecho de que DuVall no tenga tanta participación vocal pero también entiendo que es una manera de respetar a sus fans y en especial la memoria de Layne Staley, presiento que los fans, al menos la mayoría, no se sentirán defraudados ya que es un trabajo que creo que el propio Layne aprobaría. Es necesario que para el próximo álbum DuVall tenga más participación vocal para tomar más en serio su posición en el grupo, lo que no quiere decir que Cantrell deje de cantar porque ése es el estilo de AIC, la "doble voz".
Como todo disco de Alice, es difícil de digerir para el que no está acostumbrado, con ese acercamiento eterno con el metal y su mixtura con el sonido alternativo propio de su estilo Seattle, pero justamente eso hace de AIC una banda única en su especie.
AIC puede estar tranquilo, puede sentirse tan calmado como suena el último track del álbum, han cumplido con creces, se arriesgaron y salieron airosos, han ganado esta partida.

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