Largos 18 años han transcurrido desde que Faith No More
nos entregó su última aventura discográfica. A pesar de ello, la banda
se reunió para salir de gira, pero no había
señales en el horizonte de la publicación de algún nuevo álbum.
Durante ese período de silencio los miembros de la banda siguieron con otros proyectos musicales, en especial el incansable Mike Patton. Pero
el día tenía que llegar, FNM volvió a reagrupar a sus partes dispersas y al fin nos presenta música nueva, tan contundente
como siempre, como un golpe al mentón, potente, visceral, voz y melodías que provienen de las entrañas. Sol Invictus posee en todo su contenido el sello de fábrica de la banda comandada por Patton y su ejército sonoro conformado por Mike Bordum, Roddy Bottum, Billy Gould (además productor del álbum) y Jon Hudson.
El álbum comienza su relato épico con el track que le da el nombre a la placa. Sol Invictus
tiene como base la percusión con aire militar de Bordum, algo que ya ha sido
característico en la trayectoria discográfica de la banda y que está muy presente en
casi todo este reciente trabajo. En ese ambiente, Patton oscurece su voz, cual
narrador de cuentos tenebrosos que nos invita al inicio de esta
historia. Luego, Superhero nos golpea, Mike escupe su rabia mientras se desgarra la garganta al mando de una canción agresiva que nos empuja contra la pared.
Sunny Side Up seduce, toda la magistral versatilidad vocal de Mike Patton queda
confirmada por los diversos matices que ofrece, musicalmente es un
tema que mezcla la energía y la cadencia. Bordum vuelve a tomar
protagonismo en Separation Axiety, a través de su percusión que esta vez se aproxima más a lo tribal, sonidos que parecen anunciar una inminente confrontación.
Cone of Shame nuevamente nos introduce en una atmósfera militar y combativa, de la mano -otra vez- de los tambores de Bordum. Seguidamente, Rise of The Fall juega con los sonidos, suaviza hasta cierto punto la propuesta general del álbum, pero sin perder jamás la vitalidad y fuerza.
A pesar de ser un álbum tan energético, la guitarra acústica se hace de un pequeño espacio en Black Friday
que, contra lo que se podría pensar, no aletarga el poder melódico presente en el disco, sino que lo torna más vivaz, positivo. Pero Motherfucker
nos arrastra nuevamente al ambiente oscuro y semi bélico, lleno de bruma,
la tensión antes del estallido, track que fue elegido acertadamente
como el primer single promocional.
En Matador,
Mike vuelve a ponerse el traje de relator de cuentos de miedo, su voz
provocativa nos engatuza, con un tono que evoca a Vincent Price, nos convence de pisar terreno inhóspito, para
luego atraparnos y mostrarnos toda aquella penumbra de la que no
podremos librarnos, y para lograr todo aquel efecto el bajo de Gould es fundamental. Finalmente, From The Dead parece una canción
extraída de otro disco, muy distinta al resto de canciones gracias a su aire
nostálgico, la esperanza que triunfa sobre la agresión y la violencia,
track que es aire puro.
Faith No More
regresa con su marca registrada, Patton haciendo lo que le place vocalmente con una envidiable facilidad, Bordum siendo el dueño de la base rítmica,
y el resto de la banda cumpliendo su rol como el perfecto complemento. Sol Invictus es sin
duda uno de los mejores discos de este año, mostrándonos a una
agrupación que, a pesar de usar sus herramientas más conocidas, no suena
repetitiva, porque sabe pisar con maestría distintos terrenos, siempre
sintiéndose a gusto. Un sonido tan rítmico como agresivo, lleno de
poder, marcialidad, canciones de "guerra metafórica" (que no se entienda esto
como la exaltación a la violencia), y es que el armisticio no existe
más, para Faith No More ha llegado el final de la tregua y del descanso
musical, es hora de volver a "combatir". Bienvenidos sean, otra vez.
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